domingo, 20 de septiembre de 2009

El por que de las jerarquías.



Ayer comprobé una vez más la razón de las jerarquías médicas en vivo, en directo y con tanta claridad que apenas puedo creerlo. Eso y lo grave que es la falta de información supongo. Si alguien se tomó la molestia de leer mi ultima entrada hasta el final, puede comprender con cuanto miedo salí ayer a las 5am camino a méxico. Para comenzar, he de aclarar que el teléfono descompuesto de una familia asustada y nerviosa al pormayor me hizo pensar que las semanas de embarazo eran 27 cuando en realidad contaban ya con 34. La habilidad que necesita un cirujando para atender una cesárea gemelar con estas condiciones es adquirida solo con una basta experiencia y un grado mayor de estudios, si a eso le agregan el hecho de que el cirujano cargaba encima el estrés de estar por recibir a sus hijos, me parece una hazaña digna de epopeyas. La razón probablemente de que no se escriba como tal, es que solo los médicos prestarían atención a una epopeya de tales características, pero eso nada tiene que ver con esto.


El hecho es que el útero de mi tía no hubiera resistido un ni 3 días más completo. Si hubiesemos esperado la semana más que yo personalmente hubiera esperado y que estuve a punto de reclamar, el útero se hubiera razgado, lo que hubiera significado muy probablemente perder a los gemelos y a mi tía.


Curiosamente la razón real por la que no metí mi cuchara y hablé con el es que supuse que con el nivel que hasta ahora llevo, sería una falta de respeto a mi superior jerárjico, mucho más que por que fuera mi tío.


No pienso extenderme mucho básicamente por falta de tiempo, solo pienso decirles que cuando mi tío salió a decirnos que los gemelos estaban bien, que mi tía también y que, a reserva de la opinión del pediatra, los gemelos no tendrían mayor problema para salir pronto del hospital.


5 minutos después cuando el anestesiologo se acercó a decirnso a manera de chisme "apgar 9 y 9", el aire terminó de entrar en mis pulmones y me sentí llena de una dicha que no puedo describir.


Todo salió bien, los gemelos están vivos y están bien, además de hermosos como pocos niños he visto.


La trsiste noticia de ver perder a dallas por 2 malvados puntos hace como 5 minutos no alcanza a deprimirme, sigo llena de esa emoción y calma indescriptibles.


Ni que decir de los momentos anteriores que resumiré en mi mamá, la mamá de mi tía, mis abuelos y yo, pasando el tiempo en la cafetería del hospital hablando de política, albercas, viajes, la influenza y cualquier plática insulsa que nos viniera a la mente para pasar los minutos, todos obligandonos a sonreir ocultando la ansiedad y angustia que nos embargaba realmente. y las sonrisas y los ojos rojos que llenaron la habitación cuando recibimos las buenas nuevas. Sigo sintiendo las ganas de gritar y cantar y bailar de la emoción.


Estoy segura de que mi pequeño Pablito se encargó el mismo de llevar a sus hermanitos de la mano para que llegaran bien.


Me despido aprovechando para agradecer públicamente a Dios por este milagro, y por la alegría que sus padres merecían ya, y les dejo las fotos que me han llenado el alma de ayer a hoy.


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