Tu primera vez
Existen millones de “primeras veces”, la primera vez que te compraste ropa, la primera vez que ganaste un partido, llegaste a la prepa, compraste un regalo, cantaste en público, terminaste un libro, gritaste a alguien, trabajaste en equipo etc. La vida está llena de primeras veces, y sin embargo, no creo que nadie que haya tomado la iniciativa de leer este artículo se haya hecho la pregunta “¿primera vez de qué?” Al poner juntas esas 3 palabritas “tu-primera-vez” la connotación es obvia: sexo.
Si formas parte del 1% de personas en esta sociedad que se hizo esa pregunta al leer el título, quizá deberías hablar con tus papás antes de continuar leyendo. El sexo en general es un tema polémico por excelencia, no he conocido a nadie hasta la fecha que no sea capaz de emitir una opinión al respecto. Tabués, principios, valores, libertad, reglas éticas, morales, sociales y sentimentales acompañan esta palabrita y si mencionamos la primera vez, estas se triplican. No es mi intención de ninguna manera discutir sobre la ética y la moral que acompañan al sexo, resulta demasiado complicado y agotador, por si esto fuera poco, demasiada gente estaría en desacuerdo con mis muy particulares opiniones. Ni siquiera tengo pensado discutir sobre lo especial o no, diferente o no de la mentada primera vez, mencionarla fue simplemente un ardid barato (hay que decirlo) para llamar la atención.
A final de cuentas cada quien tiene derecho a decidir sobre su vida y su sexualidad, siempre y cuando lo haga de manera responsable, y para ello, es indispensable conocer no solo las situaciones culturales, éticas y morales, su no aquellas que no cambian como lo hacen las opiniones, aquellas que tienen que ver con los aspectos médicos.
Aquella persona que haya acudido a una sala de urgencias o consulta médica, sabe que el médico comienza invariablemente con un interrogatorio interminable que implica un montonal de preguntas de tu familia y vida cotidiana que, son necesarias para llegar un buen diagnóstico y tratamiento correcto. Pues bien, una de estas preguntas, se resume en las historias clínicas (montón interminable de papeles que tu médico de cabecera tiene de ti) como IVSA es decir “Inicio de Vida Sexual Activa”. Por imposible que parezca, cada pregunta que hace el médico tiene su razón de ser, y como estudiantes de medicina, somos obligados a analizar paso a paso las posibles implicaciones de cada posible respuesta en relación a la enfermedad del desdichado en cuestión y como en combinación con el resto de las respuestas nos llevan de la mano al ya muy mencionado diagnóstico. Es así que podría pasar horas y horas describiendo porque es importante preguntar por ejemplo el número de ventanas que tiene tu casa. Pues bien, mi intención aquí es hablar sobre IVSA, sus implicaciones e importancia. En realidad, IVSA adquiere importancia médica cuando al obtener la respuesta el médico anota la palabrita “temprana”, y no por ser chismoso, si no porque a partir de ahí, tenemos una impresionante cantidad de riesgos a la salud de los que por aquello del espacio solo pienso mencionar los más importantes.
Para comenzar ¿a que le llamamos IVSA temprana? La respuesta es tan sencilla como preocupante: cualquier persona que comience su vida sexual antes de los 18 años.
En términos sencillos, el cuerpo humano está cubierto de esta maravillosa barrera que llamamos comúnmente piel, que está preparada para defender al organismo de todo tipo de agentes externos que pueden dañarlo, desde radiaciones hasta líquidos pasando por todo tipo de agentes (bacterias, virus, hongos y parásitos) y que son los que nos ocupan en esta ocasión, por el simple mecanismo de no dejarlos pasar. Si te has dado cuenta, la capa recubre el interior de la boca, ano y vagina son ligeramente diferentes de tu piel, y muy parecidas entre sí. Y tienen la característica de estar húmedos todo el tiempo, estas capas son similares a la que recubre el esófago y otras muchas partes del cuerpo y los llamamos mucosas. Espero disculpes que no me ande con eufemismos, pero creo que perdería en ello demasiadas líneas y estoy muy acostumbrada a llamarle pan al pan y vino al vino. Las mucosas son también tejido de barrera, pero no tan fuertes como la piel por lo que ciertos agentes pueden atravesarlos y aún dañarlos. Esto explica que si por ejemplo te caen sobre la mano un montón de virus del Papiloma humano, mientras la piel este sana no podrán dañarte, pero si estos caen, en por decir algo, la parte interior del ano, la historia es otra.
La vagina es un tipo de mucosa muy especial, que a pesar de ser mucosa, es fuerte porque está hecha para resistir la fricción sin dañarse, y para evitar el paso a una gran cantidad de agentes que pueden aparecer al contacto sexual, esto explica que no siempre una mujer que ha tenido relaciones con un enfermo de SIDA se contagie. Ahora que si hablamos de la mucosa que cubre el interior del útero, esta es completamente indefensa ante agentes externos y puede ser fácilmente contagiada de cualquier cosa, porque claro, en condiciones normales no tendrían que llegar a ella. En el cuerpo humano, las cosas no comienzan y se acaban como escalones, así, podrás imaginas que en el paso de vagina a útero hay una pequeña zona que tiene características de una y otra cosa, que resulta por lo tanto mucho más vulnerable que la mucosa de la vagina, pero no tanto como el útero, a la que llamamos zona de transición. Es aquí donde radica la importancia médica del IVSA temprano.
En las niñas, la zona de transición no está en su lugar, ni la vagina esta lista aún para tener fricción de ningún tipo (entiéndase contacto sexual). Al llegar a la adolescencia, la zona de transición sale de su lugar y queda muy externa al útero, y a lo largo del crecimiento es decir de aproximadamente los 12 a los 18 años aproximadamente sube hasta quedar lo más cerca del útero posible. Durante todo este tiempo, si existe contacto sexual, este tocará la zona de transición que es vulnerable a cualquier clase de agente externo. Por otro lado, durante todo este tiempo la zona es también estrecha e irritable, lo que implica el contacto sexual puede provocar pequeñas heridas que si bien, no dan muchas molestias, dejan la mucosa completamente vulnerable. Sin afán de entrar demasiado en otro tema, es posible decir que es real que los homosexuales tienen más riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual puesto que la mucosa del interior del ano no está diseñada para tener fricción de ningún tipo y queda por lo tanto completamente vulnerable a cualquier clase de agente que por vía sexual pase a ella. Esto es cierto para cualquier tipo de sexo anal, no necesariamente hablando de homosexualidad.
Son muchos los agentes que, por así decirlo, aprovechan este tipo de situaciones para entrar al organismo, pero solo pienso mencionar dos en este momento, que son probablemente los más dramáticos. El primero es el ya muy famoso VIH, virus causante de SIDA, que básicamente destruye las defensas naturales de tu cuerpo y te deja vulnerable a cualquier cosa, pero de este se habla mucho; El otro, es el VPH o papiloma-humano virus, causante principal de nada más y nada menos que cáncer. Y del cual, quisiera hablar especialmente, por el hecho de que un IVSA temprano, es uno de los principales factores de riesgo para padecer el mismo.
Primero tengo que decirte que se han encontrado más de 100 variedades de VPH, esto es importante porque unas son más agresivas que otras, por ejemplo, se ha descubierto que algunos de ellos son la causa de la mayor parte de casos de cáncer de útero en nuestro país (90% de los casos). Otros, producen algo que se llama condiloma. Estos son lesiones que curiosamente se parecen mucho a una coliflor, y pueden ser tan grandes que se pesan en kilos. Si bien estos no provocan cáncer con tanta facilidad, son lesiones dolorosas, que se ven muy feas, y que si no se tratan a tiempo pueden llevar a muchas complicaciones, incluso a la muerte. Si bien VPH provoca con mayor frecuencia cáncer de útero, provoca también en ano y en glande con una menor, pero aún importante frecuencia. Además los condilomas y algunas verrugas que provoca pueden dar a ambos sexos, de tal manera que los encontramos comúnmente en pene, vagina y ano. Es importante mencionar que el VPH (así como el VIH, Herpes, y otros virus igualmente famosos que se contagian por transmisión sexual) NO SE CURA nunca. El tratamiento sirve para curar las lesiones que provoca, y si se da de manera correcta, puede no aparecer en muchos años una nueva lesión, pero esto no significa que el virus se haya eliminado, simplemente se mantiene controlado. Por esto es evidente, que una vez que contraes el VPH, aún si no da molestias o lesiones, es necesario tener atención médica y acudir a consulta al menos cada año por el resto de la vida, y por si esto fuera poco, aún si está controlado, sigue siendo posible contagiarlo.
Evidentemente el IVSA no es el único factor que te pone en riesgo de adquirir la enfermedad. La promiscuidad sexual a cualquier edad es no solo un factor de riesgo, si no la vía de transmisión. Desde el punto de vista puramente médico, se considera promiscuidad sexual como haber tenido a lo largo de la vida más de dos parejas sexuales. Y, por injusto que parezca, si una persona ha tenido una sola pareja sexual pero esta ha sido promiscua el riesgo es el mismo.
Queda claro que la abstinencia la mejor manera de prevenir la enfermedad, al menos antes de los 18 años, evidentemente no tener más de dos parejas sexuales en la vida, y elegir parejas no promiscuas es otra medida de prevención importante, y una vez que se inicia la vida sexual activa la vacuna contra el VPH que protege contra los 4 tipos más agresivos y que más frecuentemente provocan cáncer (aunque no contra todos los demás) y por supuesto, el uso correcto y constante del condón. Por cierto que el condón, además de ser un método anticonceptivo eficaz (y eso sin los riesgos de desarrollar cáncer, esterilidad y enfermedades hormonales que implican los anticonceptivos orales, inyectados o el famoso parche) es el único método que previene el contagio de enfermedades de transmisión sexual, de tal manera que aún si una mujer utiliza el método anticonceptivo de su elección, el uso del condón es necesario en cada relación sexual.
Cada quien tiene derecho a establecer sus propias reglas éticas y morales respecto al sexo, sí. Siempre y cuando comprenda el todo a todo de los riesgos que implica, y esté dispuesto a asumirlos como son.
Poco importan las reflexiones y convicciones políticas, culturales y religiosas de una persona una vez que ha adquirido una de las muchas enfermedades que hoy día afectan a miles de personas, poco importan cuando reciben la noticia de su afección, poco importan cuando recibe tratamientos costos, dolorosos y fulminantes, y poco importan cuando mueren ante los ojos de amigos, familiares y personal de la salud que poco o nada pueden hacer al respecto. Pero supongo que poco importará también todo lo que pueda escribir si esto no te ha hecho reflexionar al respecto, así que me despido dejándote los títulos de los libros que consulté para escribir esto de la manera correcta, y deseando que nunca te encuentres dentro de las preocupantes estadísticas de estas enfermedades, en las reseñas de los múltiples casos que se ven en los hospitales y en artículos como este, pero sobretodo, que nunca te encuentres en los zapatos de quienes he visto padecer en carne viva, todas las cosas que hoy te suenan tan lejanas, SIDA, VPH y cáncer, herpes, sífilis y tantas otras enfermedades que hoy, mientras lees estas líneas, sufren aquellos que hace no demasiado tiempo, estaban en tus zapatos.
· Colposcopía y patología del tracto genital inferior, Palo,Panamericana.
· The pap test, Richard Mac de May, ASCP (pags. 70, 235)
· Infecciones de transmission sexual, Casanova, Ortiz, Reyna, ed. Alfil.
EXCELENTE EXPLICACIÓN, CONCISA Y PRECISA...GRACIAS.
ResponderEliminarMe gusto mucho el texto..
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